CLAUDIO VIDAL: SIN EQUIDAD NO HAY SALUD

CLAUDIO VIDAL: SIN EQUIDAD NO HAY SALUD

0
Compartir

El referente del Sindicato de Petroleros Claudio Vidal, publico el siguiente mensaje: En el Día Mundial de la Salud debemos agradecer a los trabajadores sanitaristas que desde hace un año luchan en la primera línea contra el Covid-19. Es importante reconocer a esos hombres y mujeres que se levantan cada mañana para mejorar la calidad de vida de toda la sociedad.

El coronavirus ha golpeado duramente al mundo entero, pero fue mucho más severo en aquellas comunidades que vienen arrastrando desde hace décadas un grado de vulnerabilidad social importante. En la medida que se sostenga y repliquen las inequidades existentes en nuestra tierra, el mundo será menos justo y saludable. Y las enfermedades circularán más rápido y los daños serán más profundos.

El Covid-19 permitió advertir la frágil situación en la que nos encontramos, y mostró con toda crudeza la desigualdad estructural en la que vivimos, sobre todo en nuestra provincia.  Hace falta hacer mucho más para prevenir contagios, para evitar muertes, pero sobre todo, para que los que sufren por estar marginados, no tener trabajo o vivir en situaciones de extrema pobreza puedan superar esa situación.

Parece una obviedad, pero no lo es. La salud debe ser universal. Debe asegurar que todos, en todas partes, tengamos acceso a servicios sanitarios de calidad siempre. Las políticas que se apliquen deben permitir que tengamos una vida sana para nuestro desarrollo individual y colectivo. Sin salud es imposible avanzar y sin equidad, no hay salud.

Por eso es necesario modificar muchas relaciones de producción y de contención social existentes, las mismas deben asegurarnos un mejor futuro. Se deben aplicar políticas que eviten los hacinamientos, el trabajo informal, la brecha digital, el difícil acceso al sistema sanitario. El Covid-19 nos obliga a profundizar la reflexión colectiva, a analizar detenidamente el sistema económico, político y sanitario del que formamos parte.

La realidad ha reflejado la fragilidad e insostenibilidad del sistema que nos condiciona. Por ejemplo, no puede ocurrir que los países ricos se hayan apropiado de unas 3.800 millones dosis de vacunas de diferentes fabricantes, contra 3.200 millones para el resto del mundo. Los países más pudientes y poderosos han reservado dosis para vacunar varias veces a su población, mientras cientos de países no llegan a las dosis que necesita para poder inmunizar a su personal de salud.

Facebook Comments Box
Compartir