La Casa Blanca anunció cómo Estados Unidos distribuirá las vacunas que no utiliza para su campaña de inmunización y destacó que entregará seis millones de dosis para el mecanismo Covax para distribuir a al menos 12 países de América Latina.
La primera entrega será de 25 millones de dosis, 19 millones a través del Covax, de los cuales 6 millones están destinadas a al menos 12 países de América Latina: Argentina, Brasil Colombia, Costa Rica, Perú, Ecuador, Paraguay, Bolivia, Guatemala, El Salvador, Honduras, Panamá, Haití y República Dominicana. El texto dejó abierta la puerta a sumar a más estados caribeños.
La Casa Blanca, sin embargo, no aclaró cuántas dosis irán para cada uno de estos países.
Además de las más de 6 millones de dosis destinadas a América Latina y el Caribe a través del Covax, Washington adelantó que otras más de 7 millones irán para países asiáticos: India, Nepal, Bangladesh, Pakistan, Sri Lanka, Afganistán, Maldivas, Malasia, Filipinas, Vietnam, Indonesia, Tailandia, Laos, Papua Nueva Guinea, Taiwan y las Islas del Pacífico.
Las más de 5 millones de dosis restantes de ese primer lote de 19 millones tendrán como destino África y, según adelantó Estados Unidos, los países “serán seleccionados en coordinación con la Unión Africana”.
En paralelo, Washington designó a un grupo de países socios y considerados como “prioridades regionales” para asignarles otras 6 millones de dosis en conjunto: sus vecinos inmediatos México y Canadá, sus aliados Corea del Sur, Ucrania, Egipto, Jordania, Irak, Georgia y Kosovo; y países y territorios de bajos ingresos como los palestinos Cisjordania y la Franja de Gaza, Haití y Yemen.
Finalmente también sumará a los trabajadores de la ONU que están en la primera línea de combate contra esta pandemia.
“Estoy agradecido por el anuncio del presidente de Estados Unidos de compartir un lote inicial de 19 millones de dosis a través del Covax para proteger a los que están en mayor riesgo y para alentar a otros a hacer lo mismo”, celebró en su cuenta de Twitter el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Por el contrario, países como Rusia, China e India donaron o exportaron los fármacos fabricados localmente en paralelo al avance de la inmunización de sus habitantes. Lo mismo hizo la Unión Europea, aunque con más restricciones.
Las barreras a la exportación fueron impuestas por el Gobierno del expresidente Donald Trump, las mantuvo Biden e incluyó no solo a las vacunas, sino también a las materias primas que se necesitan para su producción.
Bajo normativas como la Ley de Producción de Defensa de Estados Unidos, que prioriza el uso interno de determinados productos fabricados localmente en momentos de crisis, la Casa Blanca impidió que algunos insumos se vendan afuera de sus fronteras.
Pero con casi 366 millones de dosis distribuidas en el país y cerca de 300 millones administradas, la Casa Blanca cambió su política: hace un mes anunció su apoyo a la exención temporal de patentes que con lentos avances se debate en la Organización Mundial de Comercio (OMC) y este jueves dio a conocer su esquema de donación.
“Compartimos estas dosis, no para obtener favores o lograr concesiones. Compartimos estas vacunas para salvar vidas y liderar al mundo para poner fin a la pandemia con el poder de nuestro ejemplo y nuestros valores”, dijo Biden en un comunicado.