A la espera de mareas bajas, se cumple un mes sin Marcela...

A la espera de mareas bajas, se cumple un mes sin Marcela López

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Hoy martes es el trigésimo día sin tener noticias sobre la vecina que es intensamente buscada. El próximo jueves habrá una marea extraordinaria que permitirá un rastrillaje a fondo en la zona del estuario. Su familia todavía la espera.

El 22 de mayo fue el último día que se supo de Marcela López, una vecina de Río Gallegos que salió de su casa del barrio Puerto y nunca más fue vista por nadie.

Desde aquel momento, las autoridades y vecinos autoconvocados esperan tener buenas noticias sobre el paradero de la mujer, que dejó a sus cuatro hijos y a sus seis nietos en la incertidumbre.

Desde el primer día se articularon rastrillajes en donde Marcela fue vista por Melina, una de sus nietas, en la zona del monumento al amor en la costanera de nuestra ciudad capital. La misma noche del 22 de mayo la familia llegó a la zona del estuario, pero no encontró nada.

El día después, con la luz del sol, aparecieron las prendas de vestir con las que la mujer había sido vista por última vez: la campera estaba prolijamente doblada y, sobre ella, las zapatillas impecables, en el muelle fiscal, pasando el portón de ingreso.

Durante este mes que pasó se registraron bajas temperaturas en Río Gallegos, en algunas jornadas el termómetro llegó a los 15 grados bajo cero. De igual manera, esto no impidió que los rastrillajes se realizaran. Por agua, por cielo y por tierra, las labores encabezadas por la Dirección Regional Sur no claudicaron.

El martes pasado se registró un gran operativo cerca del lugar donde fue vista por última vez Marcela. Alrededor de las seis de la tarde, efectivos de la Superintendencia de Bomberos vieron que algo flotaba en la costanera y posiblemente podría tratarse de una persona.

Se activaron los gomones y se adentraron en las frías aguas. Fue una falsa alarma: se trataba de un tronco que había sido traído por la marea.

Los rastrillajes continúan y en las últimas horas se conoció una noticia que arrojó una luz de esperanza: para el próximo jueves la tabla de mareas de la costanera pronostica que habrá una marea extraordinaria. De esta manera, el agua retrocederá más de lo normal y se podrá barrer más extensión de la costanera.

Esto será fundamental para las autoridades que se encuentran abocadas a buscar rastros de Marcela. También estará el escollo de la basura: como se sabe, el fondo de la costanera tiene residuos y será trabajo de los efectivos diferenciar cuáles podrían ser de la vecina.

Por otro lado está la familia de Marcela. Sus hijos Claudia, Analía, Mario y Rocío no descartan ninguna hipótesis, como por ejemplo que su madre no esté en el agua, y hace unas semanas le piden a la jueza Valeria López Lestón, a cargo de la causa, que avance con otras líneas de investigación.

Analía explicó un dato que había surgido durante la semana que pasó: que el celular de Marcela indicaba que ella había buscado en Internet la tabla de mareas antes de su desaparición. La hija explicó que, en realidad, tanto su teléfono como el de su mamá estaban sincronizados con la misma cuenta de Google y que fue ella quien había buscado las mareas, tras saber de la ausencia de su mamá.

Para el próximo 24 se espera que las mareas permitan dar cuenta de nuevos indicios

El sábado, dos de las hijas de Marcela le abrieron la puerta del hotel a un equipo de La Opinión Austral para comentar cómo es ella, su pasado, su día a día y que no entienden la desaparición de su mamá.

“Ella pasó por muchas situaciones difíciles en su vida y se repuso, aunque estaba un poco bajón, no creemos que haya tomado la decisión de quitarse la vida”, concluyeron tras haber hecho un repaso por la vida de su mamá.

Una de las hijas de Marcela soñó con haber encontrado a su madre en un hotel
“Hoy (por el sábado) soñé con mi mamá. Que me decían que estaba en el hotel Colonial II. Yo iba a la habitación 1 y ahí estaba ella, la abracé y le dije: Mamá, te estábamos buscando, ¿dónde estabas?”, dijo Rocío, la menor de las hijas. Tanto el abrazo como la respuesta a esa pregunta todavía esperan.

La Opinión Austral

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